viernes, 21 de mayo de 2010

Calentón en la camilla

Todo empezó con un pequeño cojeo debido a una leve tendinitis pero tenía demasiado trabajo como para cuidarmelo y la cosa fue empeorando hasta que ya casi no podía andar. Estaba completamente hecho polvo, me dolían las rodillas, los gemelos e incluso las plantas de los pies y un amigo me recomendó ese centro de fisioterapia. Aprovechando unos días libres fui y pedí una cita.Mi terapeuta era un tío moreno, joven y bastante atlético. Hablamos de mis lesiones de fútbol y de algunos amigos que teníamos en común, el mundo es un pañuelo.

El día de la cita acudí a la hora prevista para empezar mi tratamiento pero ese día entró una rubia guapísima para sustituirlo. El entró un poco más tarde para disculparse, un par de jugadores de su equipo de fútbol-sala se habían lesionado y no podría atenderme esa semana. Reconozco que al principio de dio algo de corte pero la tía era simpática y me dolía demasiado como para tener que esperar otra semana, así que accedí al cambio sin poner pegas. Tampoco era la primera vez que tenía una mujer como masajista y nunca me importó.




Una vez hechas las presentaciones, me quité los pantalones y me tumbé en la camilla. Tras una breve charla empezó masajeandome la planta de los pies (las fasteas cargadas creo que dijo).
Al principio ella sostenía mi pie apoyado en la boca de su estomago, casi rozando sus pechos. Poco a poco, noté que esa mezcla de dolor y alivio empezaba a excitarme muchísimo. Fue raro, yo nunca había pensado en el dolor como algo erótico y mucho menos en los pies.





Ella llevaba una bata blanca con los tres primeros botones desabrochados por donde asomaba su sujetador blanco con bordados que realmente me pareció muy sexy, demasiado sexy, inapropiada y deliciosamente sexy. Me pilló mirando distraidamente un par de veces, sonrió y apretó un poco más, como castigándome por el atrevimiento.... yo me puse a recitar la tabla de multiplicar en mi cabeza para no tener una erección.
Conforme el masaje seguía subiendo hacia los gemelos y los abductores ella empezó a alabar mi musculatura; ...pues todavía estas en forma ¿No vas al gimnasio? Se nota que hacías atletismo, tienes unas piernas muy fuertes...

Mi cabeza iba cien por hora...6x4=24, 6x5=30....no es una rubia, es terapéutico. Que verguenza....los bordados son azules...ay!....uff...6x6=36

-Estas algo tenso....relájate un poco. -decía mientras se reía y deslizaba sus dedos por el interior de mis muslos. Yo me la imaginaba cogiendo mi poya y quitándose la bata....

7x3=21, 7x4=28....seguro que lleva tanga...7x...¿donde iba?...7x1=7, 7x2...

Fueron varias sesiones pero luego pasé a la acupuntura, una pena. Creo que ella se dio cuenta desde el principio aunque tampoco parecía que le importara demasiado, incluso parecía divertida viéndomelas pasar canutas pero me fui con la duda de si todo había pasado solo en mi enfermiza cabeza.


El sexo es la broma más grande que Dios ha hecho a los seres humanos.

DAVIS, Bette

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